Fragamento de una entrevista a William Ospina en http://www.eskpe.com
"...tiene que ver con Pedro de Ursúa, el organizador de la segunda expedición al Amazonas y que luego fue asesinado por Lope. Eso se ha contado mucho, desde novelas que han escrito los peruanos, los españoles y los brasileños, hasta la película de Werner Herzog. Pero casi todos se ocupan de Lope. Investigando sobre las primeras expediciones al Amazonas descubrí que Ursúa había sido un personaje fundamental. En esa labor lo que iba a ser una novela se ha convertido en varias. Primero porque me sentía en la necesidad de contar la vida de Ursúa y me di cuenta que coincidía con el comienzo de la existencia de Colombia como nación occidental. El país de la canela contará cómo fue la primera expedición, la de Orellana y La serpiente sin ojos se ocupará de los últimos días de Ursúa y ese viaje demencial, ya no de aventura y descubrimiento como la de Orellana, sino de conquista."
“Algunos me han dicho que tal vez lo que más les gusta es el narrador porque es la historia misma. Es además un ser muy complejo, un mestizo que está lleno de afecto por un conquistador pero que al mismo tiempo está lleno de prevenciones frente a él. Diría que ese es nuestro caso, los latinoamericanos no podemos dejar de sentirnos parte de la civilización europea y parte de este mundo americano que fue tratado tan cruelmente por ella. Y tenemos que hacer un esfuerzo por entender esos dos mundos, por comprender la complejidad de nuestro origen”.
“Algunos me han dicho que tal vez lo que más les gusta es el narrador porque es la historia misma. Es además un ser muy complejo, un mestizo que está lleno de afecto por un conquistador pero que al mismo tiempo está lleno de prevenciones frente a él. Diría que ese es nuestro caso, los latinoamericanos no podemos dejar de sentirnos parte de la civilización europea y parte de este mundo americano que fue tratado tan cruelmente por ella. Y tenemos que hacer un esfuerzo por entender esos dos mundos, por comprender la complejidad de nuestro origen”.
“Colombia y América Latina siguen viviendo la tragedia de un choque ciego entre la voluntad humana y la naturaleza. En realidad el mayor tesoro del planeta, que es la selva amazónica, está más amenazado que nunca y esa amenaza diría que nace de que la civilización occidental no se ordena con base en la naturaleza si no en contra de la naturaleza. Esta guerra contra la naturaleza, que hace que la rentabilidad a toda costa sea más importante que la supervivencia de la especie es lo único que explica que desde tan temprano los conquistadores hayan creído que tenían la capacidad de dominar la selva y el río. La verdad es que esas expediciones de conquista terminaron en locura y muerte porque uno puede dominar un pequeño predio, pero una selva como el Amazonas es una locura. Siento eso porque la mirada que he arrojado sobre el siglo XVI señalaba que la historia iba por ese camino, a construir un gran choque de un modelo de civilización que no respeta la naturaleza y una naturaleza que solo nos garantiza la vida si es respetada"
“Algunos me han dicho que tal vez lo que más les gusta es el narrador porque es la historia misma. Es además un ser muy complejo, un mestizo que está lleno de afecto por un conquistador pero que al mismo tiempo está lleno de prevenciones frente a él. Diría que ese es nuestro caso, los latinoamericanos no podemos dejar de sentirnos parte de la civilización europea y parte de este mundo americano que fue tratado tan cruelmente por ella. Y tenemos que hacer un esfuerzo por entender esos dos mundos, por comprender la complejidad de nuestro origen”.
“Algunos me han dicho que tal vez lo que más les gusta es el narrador porque es la historia misma. Es además un ser muy complejo, un mestizo que está lleno de afecto por un conquistador pero que al mismo tiempo está lleno de prevenciones frente a él. Diría que ese es nuestro caso, los latinoamericanos no podemos dejar de sentirnos parte de la civilización europea y parte de este mundo americano que fue tratado tan cruelmente por ella. Y tenemos que hacer un esfuerzo por entender esos dos mundos, por comprender la complejidad de nuestro origen”.
“Colombia y América Latina siguen viviendo la tragedia de un choque ciego entre la voluntad humana y la naturaleza. En realidad el mayor tesoro del planeta, que es la selva amazónica, está más amenazado que nunca y esa amenaza diría que nace de que la civilización occidental no se ordena con base en la naturaleza si no en contra de la naturaleza. Esta guerra contra la naturaleza, que hace que la rentabilidad a toda costa sea más importante que la supervivencia de la especie es lo único que explica que desde tan temprano los conquistadores hayan creído que tenían la capacidad de dominar la selva y el río. La verdad es que esas expediciones de conquista terminaron en locura y muerte porque uno puede dominar un pequeño predio, pero una selva como el Amazonas es una locura. Siento eso porque la mirada que he arrojado sobre el siglo XVI señalaba que la historia iba por ese camino, a construir un gran choque de un modelo de civilización que no respeta la naturaleza y una naturaleza que solo nos garantiza la vida si es respetada"
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